miércoles, 31 de diciembre de 2008

EL BESO DE F.HAYEZ ¿Despedida?, ¿encuentro?



Las manos, los gestos o las miradas expresan en la pintura la condición humana.
Caracterizan la actitud de los personajes: encuentros, despedidas, ansias, lamentos…
Pocos gestos como el beso han mantenido durante milenios y en los diversos continentes el mismo valor; además, su fuerza se acrecienta con la riqueza y la variedad de los significados simbólicos y las implicaciones sentimentales.


Francesco Hayez , pintor romántico, formado en Venecia con pintores como Maggiotto o Matteini, cultivó un estilo entre académico y romántico.
Creó una obra romántica que recuperaba ese afán de los pintores de su época por el medievalismo, el nombre de esa obra es El Beso.
En la historia del Arte ha habido y habrá muchas versiones e interpretaciones de este gesto, pero en esta obra hay algunos matices que la señalan romántica y a la vez moderna…
Ya el escenario que acoge a la pareja se vuelve cálido, pudiendo ser frío y desolador con cualquier otra escena. Es un lugar de paso donde los tonos pardos de las paredes se multiplican en los diferentes contrastes de la puerta y la escalera.
Las figuras solo muestran la pasión por el abrazo cálido y aferrado que se dan los dos, lo que nos deja muy claro la correspondencia entre ambos y el intercambio de sentimientos.
El color de sus trajes es también un símbolo de sentimientos de amor y a la vez de seria correspondencia de la mujer, pues el azul brillante, casi escultórico da la imagen da estabilidad y seguridad, mientras el rojo del rojo del hombre envuelve el instante con entrega.




¿Podría interpretarse como despedida?...también se podía pensar que es un encuentro…
Muchos, hoy, último día de un año, con todo el simbolismo que tiene, podrían tener un gesto de despedida o de encuentro en un momento con ciertas connotaciones mágicas.



ESE GESTO DEBERÍA SER UN BESO.

viernes, 26 de diciembre de 2008

GEORGES DE LA TOUR; Observar la vida a la luz silenciosa de una vela

En la región de la Lorena, (disputada históricamente por Francia y Alemania) se guarda el misterio de la vida de un pintor, tan fascinante como extraño, con un estilo propio, apartado de la pintura europea del siglo XVII.
La obra de Georges de la Tour no es muy extensa y además está esparcida por diferentes museos de todo el mundo.
Sabemos poco de este artista, es muy probable que viviera un tiempo en Italia aunque no hay una documentación que lo asegure.
Lo que si podemos confirmar es que en 1617 había contraído matrimonio con una dama (Diana le Nerf) y se instalan en Luneville llevando una vida de bienestar y de nivel alto, ya que trabajó para personajes de la corte y de la burguesía alta de Francia.
Los temas más repetidos en La Tour son escenas religiosas y de género y en los dos casos se nota claramente la influencia de Caravaggio, aunque en este pintor el tema queda restringido a sus datos esenciales, todo tipo de anécdota queda excluida y también las arquitecturas, los paisajes, los accesorios de los santos, las alas de los ángeles…
Algunas obras representan escenas diurnas y en estas hay una luz fría y clara y una precisión en el retrato, mostrando toda la realidad del personaje



Sin embargo en las escenas nocturnas...


Casi siempre iluminadas por una vela, los colores se reducen a un diálogo entre los pardos y el bermellón y los volúmenes quedan reducidos a planos simples.
Ningún gesto ni movimiento viene a turbar el recogimiento de los personajes que parece que se encuentran replegados en sí mismos, absortos y reflexivos.


LA MAGADALENA PENITENTE
( Metropolitan Museum de Nueva York)
El arrepentimiento de Magdalena, fue uno de los temas preferidos de La Tour (hay varias versiones)
La versión de Nueva York, con la vela duplicada por el reflejo en el espejo es quizá la más intensamente poética.



Vemos a Magdalena como si estuviera reflexionando o tomando la decisión de cambiar de vida en un momento de intensa soledad.
Entre las manos acaricia una calavera, símbolo evidente de la vanitas, del desvanecimiento de todas las cosas del mundo.





Con un artificio compositivo, el pintor nos hace ver que Magdalena está mirando su propia imagen reflejada en el espejo, mientras nosotros sólo vemos la vela. Así la meditación se convierte en introspección y en el fondo del espejo se oculta la imagen interior.
En otras obras de La Tour podemos recordar a Vermeer de Delft, porque sólo ellos, entre todos los pintores europeos del siglo XVII, supieron dar el acento poético a escenas de la vida cotidiana.
Así también en la obra de la Tour: EL RECIÉN NACIDO (del museo de Bellas arte de Rennes) nos presenta una imagen que aunque podríamos pensar que es la Virgen con el Niño Jesús, en realidad se trata de una simple madre que mece delicadamente a su hijo recién nacido dormido.




lunes, 22 de diciembre de 2008

LA VUELTA DE LOS REYES MAGOS A SU TIERRA.

En el capítulo XX del libro de:

LOS REYES MAGOS y JUAN DE HILDESHEIM se habla de cómo los magos emplearon dos años en volver a su patria mientras Herodes los perseguía, y de cómo Herodes hundió las naves en Tarso, y de por qué se llaman magos…

La historia de los Reyes Magos no termina cuando encuentran al Niño Jesús y completan el deber de la adoración y la ofrenda.



Basílica de San Abundio en Como (Italia)



Sueño de los Reyes Magos del Baptisterio de Florencia




Cuando los Reyes Magos acabaron su misión fueron presa del hambre, de la sed y del sueño, como cualquier otro mortal y tuvieron que quedarse un tiempo en Belén para poder descansar y reponerse.
Cuenta Juan de Hildesheim que tuvieron que explicar a todos los habitantes de aquellas tierras por qué habían ido hasta ese lugar y porqué huían de Herodes. Eso produjo gran confusión entre los hebreos y sin embargo aumentó la fe de los gentiles.
En sueños un ángel les advirtió que no volvieran al reino de Herodes y que siguieran su camino hacia sus tierras.
Y volvieron a sus tierras todos juntos, pero ya sin la guía de la estrella, lo que les obligaba a descansar en las posadas del camino como cualquier otro mortal.
Pasaron por las mismas tierras que había atravesado Holofernes, pero a diferencia del terror que sembraba Holofernes , Los Magos por donde iban eran ayudados y obsequiados con alimentos y atenciones, lo que les facilitó la vuelta.
Volvieron al monte Vaus (dos años más tarde), hicieron construir allí una capilla en honor de Jesús y cuando dejaron todo arreglado se fueron cada unos a su tierra pero sus corazones siguieron unidos.
Cuando ya se aproximaba su muerte volvieron a juntarse en la ciudad de Seuva y allí se les apareció una estrella que les anunciaba el fin de sus días y ellos de forma tranquila celebraron solemnemente el oficio divino y se fueron durmiendo dulcemente sin dolor…primero Melchor…pocos días después Baltasar…y al sexto día Gaspar.
Y la estrella que había aparecido antes de su muerte permaneció inmóvil hasta que sus cuerpos fueron trasladados a otro lugar.



En la catedral de Colonia hay una arqueta donde se guardan los restos de los tres Magos
Y muchos son los que la visitan y veneran con devoción




Arqueta de los Reyes Magos (iglesia de San Pedro en Colonia)Basílica de San Abundio en Como (Italia)

jueves, 18 de diciembre de 2008

LOS REYES MAGOS y JUAN DE HILDESHEIM

La historia de Los Reyes Magos fue redactada por un monje carmelita, muy culto, que había viajado por Europa y que entre 1342 y 1352, en los años del pontificado de Clemente VI, estaba en Avignon y también impartió clases de Sagrada Escritura en la Facultad Teológica de París.
Este monje se llamaba JUAN DE HILDESHEIM y durante los últimos años de su vida se ocupó de juntar todos los documentos, leyendas e historias sobre Los Reyes Magos que había ido recopilando anteriormente y dio vida a una narración excepcional.
El Libro de Los Reyes Magos de Juan de Hildesheim es una lectura fascinante y es un hecho que se podría ilustrar con una gran cantidad de imágenes…pero eso sí, nos permite, con cualquiera de las imágenes que escojamos, ver a los Reyes Magos con ”nuevos ojos” y menos “presupuestos”.
El Libro de Los Reyes Magos tiene treinta y cuatro capítulos y hace una preciosa descripción desde el origen de estos Reyes que aparecen como centinelas de la montaña de Vaus (en Oriente), donde debían vigilar la aparición de una estrella (la estrella de Jacob) que les guiaría hacia el Salvador hasta el último momento en que los cuerpos y las reliquias de estos maravillosos personajes son trasladados a la iglesia de San Pedro en Colonia.






De todos los episodios de este relato hay dos en particular (capítulos XVI y XVII) que todo el mundo cristiano conoce y de alguna forma venera. Son los que se refieren a la alegoría de los dones de los Tres Reyes Magos (XVI) y a su llegada a Belén para presentar sus dones a Cristo (XVI).
En el capítulo XVI dice Fulgencio…EL INCIENSO hace referencia al sacrificio, EL ORO al tributo y LA MIRRA a la sepultura de los muertos: y la fe jamás dejará de presentar esta triple ofrenda, mientras crea que el uno y mismo Cristo es el verdadero Dios, el verdadero Rey y el verdadero Hombre.





En el capítulo XVII cuando cuenta Juan de Hildesheim cómo llegaron los Tres Reyes a Belén y presentaron sus dones a Jesús hace una deliciosa descripción de un niño regordete de unos trece días y de María que era de buena complexión y un poco morena de cabellos y piel, que sujetaba delicadamente la cabeza del Niño con la mano derecha.
Los Reyes besaron la tierra y ofrecieron sus dones con devoción.
Melchor era el más bajo de estatura, Baltasar el mediano, Gaspar el más alto, un negro de Etiopía, y sobre esto no hay dudas. De ahí el pasaje de David : “ante Él se postraron los etíopes”.
En cuanto al color de la piel en la representación de los Reyes Magos, la explicación reside en el simbolismo que en cada época se ha concedido a los 3 magos de Oriente. Hasta casi el siglo XV se representaban "las 3 edades del hombre" para, más adelante, modificar ese significado por el de "los 3 principales continentes".



Una de las representaciones más cercanas a la realidad es la de Velázquez. Se podría considerar como un auténtico retrato de familia.
A pesar de la complejidad del tema, Velázquez nos muestra en esta obra un acontecimiento alegre que lo está esperando el pueblo. Ni siquiera los personajes de los Reyes se muestran con lujo.
Un cuadro excelente, de una sencillez admirable

sábado, 13 de diciembre de 2008

LA NATIVIDAD EN EL ARTE OCCIDENTAL



Las Revelaciones de SANTA BRIGIDA DE SUECIA se hicieron tan populares que provocaron un cambio en la iconografía de la Natividad.
Santa Brígida cuenta que durante su peregrinación a los Santos Lugares en 1370, se le apareció la Virgen en Belén y reconstruyó ante su mirada y con todos los detalles la forma en que Jesús vino al mundo.
Contaba Santa Brígida que La Virgen vestía una túnica transparente, para poder mostrar a la santa claramente su carne virginal. En el momento de parir se descalzó, se levantó el manto blanco, se quitó el velo y preparó lo pañales y vendas del Niño que dejo a su lado.
Cuando todo estuvo bien dispuesto, se puso de rodillas y comenzó a orar. Mientras rezaba elevó las manos y el Niño nació súbitamente, envuelto en una luz tan deslumbrante que eclipsaba completamente la del pequeño candil de San José.
Entonces, inclinando la cabeza y con las manos unidas, la Virgen adoro al Niño con gran respeto, y le dijo:” Bene veneris, deus meus, dominus meus et filius meus”.
Luego lo estrechó contra su pecho, le cortó el cordón umbilical con los dedos y lo arropó con cuidado.

Esta descripción de la mística nórdica, enseguida se aplicó a la nueva iconografía en el arte de los cristianos de occidente. Incluso explica la virginidad antes, durante y después del parto al nacer el Niño como un rayo de luz que sin romper nada se materializa al contacto del rayo con el suelo.
Además si la Virgen aparece como adoradora, lo mismo sucede con todos los testigos de la Natividad. Desde los ángeles, de forma individual o en grupos, cada vez más numerosos, hasta la mula y el buey que se postran ante el Niño.
En este caso es el evangelio apócrifo del Pseudo Mateo el que aporta más detalles: “...salió María de la gruta y se aposentó en un establo. Allí reclino al Niño, en un pesebre, y el buey y el asno le adoraron.”
A lo largo de la Edad Media se conformó esta iconografía, y es en los primitivos flamencos donde la encontramos de una manera fiel a los textos de Santa Brígida.
Más tarde los acontecimientos históricos fueron matizando el tema. El ejemplo más destacado está relacionado con el Concilio de Trento, hecho clave de la Contrarreforma.
La reacción de la Iglesia Católica frente a la Reforma Protestante, procedió a la eliminación de ciertos elementos a los que se reprochaba su condición de apócrifos. Desaparecen las comadronas o el buey y el asno, a los que se considera además bestias de baja nobleza. Pero aún así la supresión de estos elementos no va a ser absoluta y los artistas los volverán a recuperar en sus composiciones y les darán una mayor libertad creadora.
Por otro lado se añaden temas complementarios de la Natividad:
la adoración de los pastores
y los Reyes Magos.

Junto a las representaciones, donde la adoración del Niño por parte de la Virgen es el hecho principal, el arte cristiano fue sumando poco a poco episodios que aportaron un gran lujo de puesta en escena.( el anuncio y adoración de los pastores, Lucas, 2 8-21, y la historia de los Reyes Magos, Mateo, 2 1-12)
Estas dos escenas paralelas recibieron desde el principio una importante carga simbólica, considerando que los pastores son la representación del pueblo judío que acude a adorar al Niño, mientras los Reyes Magos son la imagen de los gentiles




Hoy me centraré en la escena de la Natividad y la adoración de los pastores del Tríptico Portinari, del pintor flamenco Hugo van der Goes. Actualmente está en la Galería Uffizi de Florencia.
Fue un encargo de Tommaso Portinari, el representante de la familia Medici en Brujas.
En la tabla central está el nacimiento y la adoración de los pastores representados de forma simultánea.








En la tabla central está el nacimiento y la adoración de los pastores representados de forma simultánea.
La figura central es la de la Virgen María, con rostro de suave expresión, vestida de azul, que adora a Jesús que acaba de nacer. La escena se representa según el relato de las Revelaciones de Santa Brígida de Suecia.




Al lado de María los ángeles y a su alrededor, los pastores son representados como campesinos, con rostros más realistas y ropas severas.
El paisaje es típicamente invernal.


En el primer plano unos jarrones de flores representan simbólicamente la virginidad de María




En las tablas laterales están representados los donantes de esta obra (costumbre muy normal en el siglo XV) a la izquierda del retablo, está representado Portinari y sus hijos Antonio y Pigello, con los santos Antonio y Tomás; el paisaje del fondo representa el viaje a Belén de José y María. El ala de la derecha muestra a la esposa, María Portinari, con sus hijas, y las santas Margarita y María Magdalena; en el paisaje del fondo se distinguen las figuras de los Reyes Magos aproximándose al portal.





El retablo cerrado tiene representada la Anunciación pintada en grisalla.


martes, 9 de diciembre de 2008

ICONOGRAFÍA DE LA NATIVIDAD en el arte BIZANTINO

La Natividad es una de las grandes fiestas del año que culmina en el adviento ya que el nacimiento de Jesús significa la llegada del que para los cristianos sería El Salvador del mundo; la fecha real de su nacimiento ha sido discutida por muchos eruditos y algunos de ellos incluso se han atrevido a fijarla en un año determinado, lo que queda claro es que (a pesar de las diversas opiniones), Jesús vino al mundo a traer la paz temporal y eterna y eligió, para nacer, una época de sosiego político y social.

El hecho de situarla el 25 de diciembre se relaciona con el sincretismo que habitualmente se produce en estos casos y el intento de situar los eventos significativos en fechas ya tradicionalmente utilizadas por culturas anteriores como el solsticio de invierno que es una de esas fechas de gran influencia en la humanidad.

Únicamente en el evangelio de San Lucas se habla de hechos relacionados con el nacimiento y la infancia de Cristo; sin embargo encontramos más relatos sobre la Natividad en textos considerados apócrifos.Los más interesantes son: El Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del Pseudo Mateo, el Libro de la infancia del Salvador y el Evangelio árabe de la infancia… textos en los que se inspiraron muchos de los artistas que acometieron la representación de la Natividad.
Los iconos bizantinos siguen un esquema de la representación del Nacimiento de Jesús, según la Iglesia Ortodoxa, reuniendo en un mismo icono narraciones del Evangelio y de los Apócrifos.
Una buena muestra de la iconografía bizantina es:

Icono de Theófanes de Creta.1546. Monasterio Stavronikita. Monte Athos. Grecia




La escena esta encuadrada por una montaña en forma piramidal que domina todo el espacio visual. Es la montaña mesiánica tal como Isaías lo profetizo: “El monte del Señor será erigido sobre la cima de las montañas y será más alto que las colinas”...”Él agitará la mano hacia el monte de la hija de Sión, hacia la colina de Jerusalén”.” No se hará mas daño ni mal sobre mi monte santo, porqué el país estará lleno del conocimiento del Señor”
Is. 2,2;10,32; 11,9




El centro de la escena lo ocupa una plataforma donde esta María arrodillada (por influencia occidental) y la cueva del nacimiento en la que Dios se manifiesta.





La Madre de Dios se halla colocada próxima al corazón de la montaña; “representa la luz que mana de la zarza del Sinaí” Gregorio Niseno, sermón 21, 119.
María va vestida con su maforion o manto donde las tres estrellas (frente y ambos hombros) proclaman su virginidad antes, durante y después del parto.
Arriba se hallan representados un grupo de ángeles que cantan mirando al cielo y a la tierra: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”. Representan la naturaleza angélica que acude al extraordinario acontecimiento; uno de ellos, destacado del grupo, se encuentra hablando con uno o más pastores.
Este ángel anuncia al pastor la gran alegría de la salvación y lo hace extendiendo la mano y haciendo el signo de la Encarnación-Trinitaria. : dos dedos juntos y tres tocándose por las puntas. Su significado es la salvación viene del Dios Uno y Trino a través de la Encarnación de Cristo.
El pastor y el ángel están en dialogo. Con la Encarnación de Jesucristo, el mundo divino y el humano empiezan un diálogo que ya nunca se perderá. Dios estará en medio de los hombres y Él mismo les hablará y cada hombre podrá hablar directamente con Dios, sin intermediarios.
A los pies del pastor hay un niño tocando una flauta, es la antítesis de la música celestial y hace referencia a un himno de maitines de la vigilia: “ Interrumpiendo el sonido de las flautas pastorales, la armada celestial gritaba...”.
NIÑO.- Entre la Virgen y la entrada de la cueva aparece el Niño envuelto en pañales ,colocado más que en un pesebre, en un sepulcro de forma rectilínea.

ANIMALES.- En el interior de la cueva se distinguen el buey y el asno, representan la Palabra del profeta Isaías: “ el buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; Israel, en cambio, no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento” Is. 1,3






En la parte inferior aparece José pensativo y apartado. Delante de él un hombre vestido con pieles .José personifica el drama humano: el hombre ante el misterio.
La literatura apócrifa atribuye a José esta duda y el pastor que habla con él, apoyado sobre un bastón, alimenta y confirma los pensamientos de José ya que es el diablo que suscita una tormenta de sentimientos encontrados en el interior de José.
El diablo vestido con piel de cabra, le tienta sobre la virginidad de María, diciéndole según los apócrifos: “ Como este bastón que yo llevo no puede producir brotes, del mismo modo un viejo como tu no puede engendrar y una virgen no puede alumbrar”. Más tarde se representará a José con un bastón con brotes de plantas y se extenderá esta representación por occidente.
Junto al pastor demonio hay un arbolito que brota de un tronco seco. “ un vástago brota del tronco de Jesé, un rebrote sube desde las raíces. Sobre él reposara el Espíritu del Señor... por él rescatara el Señor a su pueblo” Is. 11,1-2.
El arbolillo representa una respuesta a las palabras del pastor-demonio. “Dios no es esclavo de las leyes que regulan la vegetación, es su Creador y si hizo brotar la vara de Aarón, mucho más puede hacer que una Virgen florezca y de fruto”. Cirilo de Jerusalén. Catequesis XII, 28.





ASOMBRO DE LO CREADO.- Viene representado por las ovejas o cabras que hay delante del niño que toca la flauta y que miran hacia lo alto. Ellos expresan el asombro de la creación ante tan gran misterio: Dios se hace Hombre. Nadie consigue proseguir en su acción natural, tal es el estupor y temor del Universo que reconoce la presencia de Dios y se detiene extasiado ante su gran misericordia.
Esto viene narrado en los Apócrifos: Protoevangelio de Santiago 18, 1-3 y del Himno de la gran Hora de Navidad de la Iglesia Ortodoxa que se inspira en este Apócrifo.




Debajo de los ángeles que cantan el gloria aparecen los tres reyes de oriente a caballo y guiados por la estrella.
La tradición iconográfica ha transmitido una constante de los Magos: representan las tres edades del hombre en una única síntesis visual.(hasta el Renacimiento no aparecerá la representación del rey negro)
En la parte inferior de este icono hay dos mujeres que preparan el baño al niño. En los evangelios Apócrifos, en concreto en el Protoevangelio de Santiago 19 y 20, se narra como una partera testimonia la maternidad divina de María y Salomé certifica la virginidad de María y la ayudan a bañar al Niño

domingo, 7 de diciembre de 2008

RUBENS. La alegría carnal de la vida y de la pintura


A principios del siglo XVII Rubens irrumpe en el escenario de la pintura europea como un ciclón. Él había estado formándose en Italia y en 1609 regresó a Amberes, se puede decir que con el éxito de acompañante.
Su taller, con más de cien ayudantes , era el mayor exportador de Europa. Ninguna colección de pintura se podía considerar completa si no tenía una obra de Rubens.
Rubens realizó retratos, cuadros religiosos, alegorías…
Pero donde las pinturas de Rubens alcanzan plena expresión es en los temas mitológicos, quizás porque en estos temas podía dedicarse con evidente delectación a monumentales y floridos desnudos femeninos.
Esta obra , que se conserva en la Alte Pinakothek (Munich) se interpreta como un ilustración del mito de los gemelos Castor y Pólux, hijos de Leda y de Zeus (transformado en cisne para seducir a Leda).
El episodio está tomado de los textos de Teócrito y Ovidio y representa el rapto de Febe e Hilaira, Hijas del rey de Argos Leucipo por parte de los dos gemelos. El rapto provoca una contienda en la que al perder los dos hermanos son transformados en la constelación de Géminis.
Este cuadro ha levantado diversas controversias en cuanto al tema que trata, se ha dicho que podía ser más bien el rapto de las sabinas porque en realidad los dos hombres no parecen gemelos…en cualquier caso se trata de un tema de amor y violencia.
El esquema compositivo de la obra nos hace ver un inmenso grupo formado por las dos chicas, los gemelos, los caballos y el amorcillo como un único bloque. Todos gira, pero en perfecto equilibrio, como un mecanismo lleno de vida, perfectamente controlado por el artista-
Los caballos añaden un escalofrío animalesco, como un temblor bestial dentro de la escena. Y es más, el caballo de la derecha, encabritado con el ojo húmedo y los ollares blanquecinos, se recorta con el fondo del cielo y nos recuerda a los caballos que pinta Velázquez en sus retratos ecuestres.
Los cuerpos generosos de las chicas se mueven libremente en el espacio y reciben una luz difusa del sol y contrastan con la corpulencia de los raptores.
En el paisaje está muy clara la influencia de los pintores venecianos, sobre todo de Tiziano.
En fin..estamos en la cumbre absoluta de la pintura de tema mitológico, traducida, no en clave de elegante intelectualismo, sino como una oleada sensual de formas y color

martes, 2 de diciembre de 2008

HIPPOLYTE FLANDRIN “Joven desnudo” 1836

Una elegante línea geométrica formada con el perfil de este joven desnudo se recorta sobre el mar sin separarse espiritualmente de él.





Aquí no hay contemplación de la naturaleza sino recogimiento y compenetración con ella.
El muchacho, recogido sobre sí mismo, parece transmitir su deseo de cerrarse al mundo exterior.
La desnudez acentúa la sensación de que está en profundo contacto con el mundo que le rodea y a la vez le permite concentrarse y escuchar su voz interior.
Esta obra de Hippolyte Flandrin deja ver la influencia de su maestro Ingres en la perfección formal del desnudo. Pero este artista poseía un genio personal que podía dejar ver la capacidad de transmitir la desazón del joven.
En infinita soledad, a orillas del mar, se puede sentir la necesidad de superar ese mar y advertir la ausencia de cualquier tipo de vida, aunque oigamos el rumor de las olas, el silbido del viento y el movimiento de las nubes…

viernes, 28 de noviembre de 2008

El díptico de La Anunciación de Jan van Eyck es una joya de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza. Resulta también muy interesante porque es uno de los ejemplos más importantes de pintura en grisalla, técnica muy extendida y apreciada a finales del XIV y en siglos posteriores, basada en la aplicación graduada de un solo color, generalmente gris o colores neutros, y utilizando el modelado por sombras, que produce un efecto de relieve escultórico.

Jan van Eyck y Robert Campin fueron los creadores de la Escuela Flamenca. Ellos dieron el paso hacia una nueva concepción pictórica, que acabaría por sustituir el arte decorativo de influencias francesa e italiana imperante en la pintura europea hacia 1400.
Pero la figura de Jan van Eyck desempeñó un papel esencial en la difusión de muchas innovaciones, propagando los nuevos conceptos y maneras de interpretar la realidad y la naturaleza. Por otra parte, incorporaró a sus pinturas un valor conceptual, a veces de difícil interpretación, que se ha llamado realismo simbólico.






Esta Anunciación, procedente de una colección privada francesa, fue adquirida en 1933. La crítica empezó a interesarse por ella desde que Max J. Friedländer, en 1934, la catalogó por vez primera como obra de Van Eyck. La atribución no ha sido puesta jamás en duda.
Representa la escena en la que el arcángel san Gabriel le comunica a María que del Espíritu Santo concebirá al hijo de Dios, llamado Jesús. El tema, tomado del Evangelio de san Lucas, se hace aún más explícito mediante las inscripciones que aparecen en el borde superior del marco y que recogen la primera y última frase del diálogo que se produce en el episodio sagrado

Así, encima del arcángel san Gabriel se coloca el saludo que dirige a María: "Salve, llena de gracia, el Señor es contigo" (1-28),


y encima de María: "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí, según tu palabra" (1-38).



En la obra de Van Eyck es frecuente encontrar, en los marcos, inscripciones de su mano relacionadas con los temas. Estos marcos están pintados por el artista, como en este caso, produciendo trampantojos y jugando con las molduras que adornan la tabla.
La pintura, concebida como un díptico, forma parte de un conjunto de obras de pequeñas dimensiones destinadas a la oración privada.
Se compone de dos tablas del mismo tamaño: en una está el arcángel y en la otra está la Virgen sorprendida en su lectura por el Espíritu Santo en forma de paloma junto a su cabeza. Los personajes, envueltos en generosos mantos cuyas telas caen conformando duros pliegues, reposan en unas peanas hexagonales. El fondo se organiza con una superficie negra, pulida y esmaltada, que no sólo reproduce los contornos de las figuras, sino que, en el caso de la Virgen, nos muestra, como si se tratara de un espejo, la parte posterior de su figura.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Un retrato infantil de REYNOLDS

La Revolución industrial inglesa de la segunda mitad del siglo XVIII cambió de una manera significativa el orden social y estableció una nueva relación entre la burguesía y el arte.

La clase media fue la que encargaba ahora los retratos a los artistas y estos vieron abierto un camino para mostrar su estilo de una manera más libre y menos comprometida que los artistas que anteriores.
Dos artistas marcaron unas pautas en el retrato inglés de esta época:
Joshua Reynolds (1723-1792) y Thomas Gainsborough (1727-1788). Los dos artistas fueron muy apreciados y solicitados por la burguesía, que perseguía la apariencia de aristrocacia a base de encargos de retratos, celebración de fiestas y un sin fin de actos que les iban introduciendo en una clase social que ellos mismos estaban creando y a la vez modelando con unos gustos a veces de dudosa elegancia.
Pero... para eso están los artistas, que de una u otra manera deben realizar las obras con dignidad utilizando su "genio".
Quizá, cautivada por el tratamiento que hizo Reynols del retrato infantil, voy a nalizar una obra amable, llena de ternura que puede llevar al espectador a sentir algo especial hacia la infancia, que incluso le llegue a arrancar una sonrisa silenciosa mientras la contempla.

MISS BOWLES CON SU PERRO (1775)




Reynols fue insuperable en las cautivadoras representaciones de niños en sus retratos.
La fantasía, la ligereza del toque,la sabia dosificación de la luz y la risueña frescura en la mirada de la niña son una alternativa en los retratos de los aristrócatas empaquetados en sus ropas rígidas y sin soltura.
Pero no queda todo en la niña, el perro es tan protagonista como ella...quizá está pidiendo una ayuda para salir de esos bracitos que con cariño están dejándole casi sin poder coger aire.
La figura del perro es la mejor iconografía de la fidelidad, del no abandonar corriendo y dejar sola a la persona que le está apretando con la inocencia graciosa
que se delata en el brillo de los ojos y el gesto de la boca.




En este retrato, además se puede apreciar el romanticismo, en un paisaje un tanto fantástico y algo misterioso, que desde luego queda en segundo orden porque la niña y el perro son los auténticos protagonistas.

Son muchos los retratos que en la Historia del Arte ha despertado el interés de los que los han contemplado, pero sentirse cautivado por un retrato no es tan fácil, en realidad es cuestión de encontrar tras ese retrato la mano de un genio que se aleja de lo vulgar y limitado para mostrar la dignidad del personaje, como es el caso de esta obra que os he comentado.

Os invito a ver otro retrato infantil, en este caso de Picasso, que podría completar
este comentario
viernes 1 de agosto de 2008
Picasso, Olga y Paul
Publicado por morisot (Pilar Álamo)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El atractivo de lo exótico

A finales del siglo XVIII fue cuando el orientalismo alcanzó plenamente a la pintura europea debido a la primera campaña napoleónica en Egipto en 1798.

Este hecho aunque fue un fracaso político tuvo un efecto sorprendente sobre la cultura porque desencadenó un movimiento de investigación arqueológica desconocido hasta entonces.

Intelectuales y artistas románticos quedaron cautivados por el exotismo y empezaron a describir el mundo oriental desconocido a partir de su propia sensibilidad. Las obras de algunos pintores no fueron fruto de una experiencia directa pero se inspiraron en las descripciones de algunos escritores como Víctor Hugo, “les Orientales” o George Byron.

Muchos pintores si viajaron hacia tierras orientales, movidos seguramente por el interés romántico por lo desconocido y por saber los misterios de mundos lejanos.


· RETRATO DE MUJER NEGRA de MARIE-GUILLEMINE BENOIST



Este retrato de una mujer negra (1800) es una pintura muy especial.




Es uno de los primeros retratos de una persona africana real en el arte occidental.

las primeras pinturas de gente negra eran mayormente estudios de estilo y símbolos. lo mismo que en otros cuadros de mujeres de este periodo, como por ejemplo en el famoso de Delacroix “ La libertad guiando al pueblo” (1830)

Es un retrato maduro de un modelo real.

Los extraordinarios contrastes cromáticos que hacen resaltar sobre un fondo uniforme y el cuerpo oscuro de la modelo, la blancura de las telas, revelan una riqueza pictórica que viene de una formación artística excelente, fue alumna de Elisabeth-Louise Vigée Lebrun y de David.


Es probable que haya un matiz político en la obra, quizás Benoist estaba haciendo una conexión entre la abolición de la esclavitud francesa y la lucha de los derechos de la mujer.

Seis años antes de la abolición de la esclavitud este retrato se convierte en manifiesto a favor de la emancipación de la mujer y las personas de raza negra.

Este cuadro será adquirido por Luis XVIII para el estado francés en 1818.




En 1804 , recibe una medalla de oro del Salón y obtiene una pensión gubernamental. Abre además un taller exclusivamente para mujeres. Y Napoléon Bonaparte, entonces Premier Cónsul francés, le encarga un retrato en honor a la ciudad de Gante.

En la Restauración, su marido el conde Benoist, monárquico convencido, fue procesado por el Conseil d’État y ella debe dejar la pintura en la cumbre de su carrera.