viernes, 28 de noviembre de 2008

El díptico de La Anunciación de Jan van Eyck es una joya de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza. Resulta también muy interesante porque es uno de los ejemplos más importantes de pintura en grisalla, técnica muy extendida y apreciada a finales del XIV y en siglos posteriores, basada en la aplicación graduada de un solo color, generalmente gris o colores neutros, y utilizando el modelado por sombras, que produce un efecto de relieve escultórico.

Jan van Eyck y Robert Campin fueron los creadores de la Escuela Flamenca. Ellos dieron el paso hacia una nueva concepción pictórica, que acabaría por sustituir el arte decorativo de influencias francesa e italiana imperante en la pintura europea hacia 1400.
Pero la figura de Jan van Eyck desempeñó un papel esencial en la difusión de muchas innovaciones, propagando los nuevos conceptos y maneras de interpretar la realidad y la naturaleza. Por otra parte, incorporaró a sus pinturas un valor conceptual, a veces de difícil interpretación, que se ha llamado realismo simbólico.






Esta Anunciación, procedente de una colección privada francesa, fue adquirida en 1933. La crítica empezó a interesarse por ella desde que Max J. Friedländer, en 1934, la catalogó por vez primera como obra de Van Eyck. La atribución no ha sido puesta jamás en duda.
Representa la escena en la que el arcángel san Gabriel le comunica a María que del Espíritu Santo concebirá al hijo de Dios, llamado Jesús. El tema, tomado del Evangelio de san Lucas, se hace aún más explícito mediante las inscripciones que aparecen en el borde superior del marco y que recogen la primera y última frase del diálogo que se produce en el episodio sagrado

Así, encima del arcángel san Gabriel se coloca el saludo que dirige a María: "Salve, llena de gracia, el Señor es contigo" (1-28),


y encima de María: "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí, según tu palabra" (1-38).



En la obra de Van Eyck es frecuente encontrar, en los marcos, inscripciones de su mano relacionadas con los temas. Estos marcos están pintados por el artista, como en este caso, produciendo trampantojos y jugando con las molduras que adornan la tabla.
La pintura, concebida como un díptico, forma parte de un conjunto de obras de pequeñas dimensiones destinadas a la oración privada.
Se compone de dos tablas del mismo tamaño: en una está el arcángel y en la otra está la Virgen sorprendida en su lectura por el Espíritu Santo en forma de paloma junto a su cabeza. Los personajes, envueltos en generosos mantos cuyas telas caen conformando duros pliegues, reposan en unas peanas hexagonales. El fondo se organiza con una superficie negra, pulida y esmaltada, que no sólo reproduce los contornos de las figuras, sino que, en el caso de la Virgen, nos muestra, como si se tratara de un espejo, la parte posterior de su figura.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Un retrato infantil de REYNOLDS

La Revolución industrial inglesa de la segunda mitad del siglo XVIII cambió de una manera significativa el orden social y estableció una nueva relación entre la burguesía y el arte.

La clase media fue la que encargaba ahora los retratos a los artistas y estos vieron abierto un camino para mostrar su estilo de una manera más libre y menos comprometida que los artistas que anteriores.
Dos artistas marcaron unas pautas en el retrato inglés de esta época:
Joshua Reynolds (1723-1792) y Thomas Gainsborough (1727-1788). Los dos artistas fueron muy apreciados y solicitados por la burguesía, que perseguía la apariencia de aristrocacia a base de encargos de retratos, celebración de fiestas y un sin fin de actos que les iban introduciendo en una clase social que ellos mismos estaban creando y a la vez modelando con unos gustos a veces de dudosa elegancia.
Pero... para eso están los artistas, que de una u otra manera deben realizar las obras con dignidad utilizando su "genio".
Quizá, cautivada por el tratamiento que hizo Reynols del retrato infantil, voy a nalizar una obra amable, llena de ternura que puede llevar al espectador a sentir algo especial hacia la infancia, que incluso le llegue a arrancar una sonrisa silenciosa mientras la contempla.

MISS BOWLES CON SU PERRO (1775)




Reynols fue insuperable en las cautivadoras representaciones de niños en sus retratos.
La fantasía, la ligereza del toque,la sabia dosificación de la luz y la risueña frescura en la mirada de la niña son una alternativa en los retratos de los aristrócatas empaquetados en sus ropas rígidas y sin soltura.
Pero no queda todo en la niña, el perro es tan protagonista como ella...quizá está pidiendo una ayuda para salir de esos bracitos que con cariño están dejándole casi sin poder coger aire.
La figura del perro es la mejor iconografía de la fidelidad, del no abandonar corriendo y dejar sola a la persona que le está apretando con la inocencia graciosa
que se delata en el brillo de los ojos y el gesto de la boca.




En este retrato, además se puede apreciar el romanticismo, en un paisaje un tanto fantástico y algo misterioso, que desde luego queda en segundo orden porque la niña y el perro son los auténticos protagonistas.

Son muchos los retratos que en la Historia del Arte ha despertado el interés de los que los han contemplado, pero sentirse cautivado por un retrato no es tan fácil, en realidad es cuestión de encontrar tras ese retrato la mano de un genio que se aleja de lo vulgar y limitado para mostrar la dignidad del personaje, como es el caso de esta obra que os he comentado.

Os invito a ver otro retrato infantil, en este caso de Picasso, que podría completar
este comentario
viernes 1 de agosto de 2008
Picasso, Olga y Paul
Publicado por morisot (Pilar Álamo)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El atractivo de lo exótico

A finales del siglo XVIII fue cuando el orientalismo alcanzó plenamente a la pintura europea debido a la primera campaña napoleónica en Egipto en 1798.

Este hecho aunque fue un fracaso político tuvo un efecto sorprendente sobre la cultura porque desencadenó un movimiento de investigación arqueológica desconocido hasta entonces.

Intelectuales y artistas románticos quedaron cautivados por el exotismo y empezaron a describir el mundo oriental desconocido a partir de su propia sensibilidad. Las obras de algunos pintores no fueron fruto de una experiencia directa pero se inspiraron en las descripciones de algunos escritores como Víctor Hugo, “les Orientales” o George Byron.

Muchos pintores si viajaron hacia tierras orientales, movidos seguramente por el interés romántico por lo desconocido y por saber los misterios de mundos lejanos.


· RETRATO DE MUJER NEGRA de MARIE-GUILLEMINE BENOIST



Este retrato de una mujer negra (1800) es una pintura muy especial.




Es uno de los primeros retratos de una persona africana real en el arte occidental.

las primeras pinturas de gente negra eran mayormente estudios de estilo y símbolos. lo mismo que en otros cuadros de mujeres de este periodo, como por ejemplo en el famoso de Delacroix “ La libertad guiando al pueblo” (1830)

Es un retrato maduro de un modelo real.

Los extraordinarios contrastes cromáticos que hacen resaltar sobre un fondo uniforme y el cuerpo oscuro de la modelo, la blancura de las telas, revelan una riqueza pictórica que viene de una formación artística excelente, fue alumna de Elisabeth-Louise Vigée Lebrun y de David.


Es probable que haya un matiz político en la obra, quizás Benoist estaba haciendo una conexión entre la abolición de la esclavitud francesa y la lucha de los derechos de la mujer.

Seis años antes de la abolición de la esclavitud este retrato se convierte en manifiesto a favor de la emancipación de la mujer y las personas de raza negra.

Este cuadro será adquirido por Luis XVIII para el estado francés en 1818.




En 1804 , recibe una medalla de oro del Salón y obtiene una pensión gubernamental. Abre además un taller exclusivamente para mujeres. Y Napoléon Bonaparte, entonces Premier Cónsul francés, le encarga un retrato en honor a la ciudad de Gante.

En la Restauración, su marido el conde Benoist, monárquico convencido, fue procesado por el Conseil d’État y ella debe dejar la pintura en la cumbre de su carrera.