martes, 6 de enero de 2009

EL BESO DE GUSTAV KLIMT


“A cada tiempo su arte; a cada arte su libertad”


Es el epígrafe que hay a la entrada del edificio de la Secesion, construido en 1898 por Otto Wagner y decorado por Gustav Klimt.(Gustav Klimt. Friso de Beethoven)



La Secesión vienesa fue una de las más célebres que surgieron a finales del siglo XIX en Europa Central. Era una asociación de artistas que actuaban de forma libre sin aceptar las organizaciones académicas oficiales. Era el signo de una crisis ya irreversible del arte “de Estado”.

Junto a París,que seguía siendo el núcleo propulsor de las vanguardias, Viena estaba siendo un centro de numerosos campos artísticos..
Klimt, junto a los arquitectos Otto Wagner y Olbrich fue un promotor de la Secesión.
La pintura de Klimt es resplandeciente, decorativa con numerosas reminiscencias del arte bizantino, del arte clásico, del dibujo japonés y modernas líneas del simbolismo siempre sostenido con un trazo elegante en el que aparecen mujeres de morbosa fascinación.
Klimt tiene un arte culto y a la vez turbador que expresa de forma soberbia la decadencia de un mundo, de una época, de unos artistas, de unos escritores…que fueron testigos de la carnicería de una guerra que estalló en 1914.
En 1908, Klimt pintó un cuadro fascinante que hoy se conserva en Österreichische GalerieBelvedere en Viena.
En esta obra Klimt consiguió concretar la búsqueda de la relación entre figura y fondo y crear la irrepetible atmósfera del abandono de los sentidos.


Alrededor de los dos amantes se entreteje un panel de exuberancia de un estilo próximo a los Mosaicos de Justiniano y Teodora en Ravenna.
Los enamorados están como encerrados en capullo de oro del que apenas escapan las cabezas y las manos



Cabezas coronadas con flores y hojas que los colocan en el papel de héroes del simbolismo.








Representó las ropas de los dos amantes rigurosamente bidimensionales, como libres inserciones decorativas, llenas de valor simbólico. En la capa del hombre alternan manchas rectangulares blancas y negras, sobre fondo dorado y el forro de la capa, tras la figura femenina, está decorado con motivos en espiral que resaltan el sentido rotatorio del brazo que rodea a la figura femenina.


No falta la interpretación simbólica: el prado salpicado de flores se interrumpe bruscamente y los pies de la chica quedan en el borde del terreno, mientras el fondo dorado da a entender la presencia del abismo.








Klimt ofreció una versión romántica de un gesto que durante milenios había mantenido el mismo valor, pero con una efusividad quizás fuera del tiempo.
Este artista confiere al beso la poesía y la dulzura: entre el beso mortal de la mujer-vampiro y el abrazo lleno de amor, la moral sigue siendo la misma:
DESPUÉS DE UN VERDADERO BESO YA NO SE ES EL MISMO

8 comentarios:

Duncan de Gross dijo...

Es una auténtica preciosidad poética, fascinante. Aprovecho Pilar para felicitarte el año y darte las gracias por estos posts de arte tan interesantes, son geniales ;-)

Anónimo dijo...

Desde luego que no se es el mismo. Yo también aprovecho para agradecerte el arte y el trasfondo del arte que estoy aprendiendo.

Un beso artístico.

mangeles dijo...

WOW....QUE BONITO CONTADO ASÍ...

Eres grande amiga...el Juanan lo va a disfrutar...me parece que le gustan según dice PIZZARR todas las KKKKKKKK de la pintura ejjejeje...

(Hace un montón de años me regalaron un pañuelo con este cuadro...tardé muchos años en saber que era un cuadro y de KLIMT..aunque yo tuve el pañuelo enmarcado entre cristales jejjee..

BESOS GUAPA

clariana dijo...

El beso del pintor Klimt me gustaba mucho, pero con tu comentario me gusta todavía muchísimo más, nos haces sentir los detalles, la presencia del abismo que es todo un símbolo en ese beso tan fascinante, tan fuera de tiempo como tú dices.
Siempre me ha parecido en los amantes, que se excluyen del mundo que los rodea, no viven más que para ese momento que de alguna manera eternizan en sus vidas. Recuerdo el baile de María y Antonio de West Side Story, como refleja esta sensación. Gracias Pilar y un beso muy grande.
Me ha gustado muchísimo el comentario que has dejado en mi blog.

Anónimo dijo...

Hola Pilar!
Desmenuzas la obra en los más mínimos detalles...Recorres, disfrutas y haces disfrutar cada fragmento de color y forma.. Realmente un post admirable y envidiable... Gracias por enriquecernos de buen arte...Gracias por regalarnos el gran beso de Klimt.
Saludos de:
YOel

Balovega dijo...

El bello y estelar comentario realizado sobre el beso de Klim que nos traes en esta extraordinaria entrada, se palpa la sensibilidad de quien lo ha escrito, y no como profesora, sino como persona.

Gracias amiga por aportarnos tu poesía y delicadeza al acercarnos a un gran beso lleno de magia y ternura.

Un beso que nos llena de amor y de una amistad venidera, que llegará con un encuentro cercano.

Suerte bella amiga y hasta pronto !!!

Muakssssssssssssss

PIZARR dijo...

Que maravilla Pilar.

He de decirte que tengo lo que yo llamo las tres K favoritas, que son Kandinsky, Klee y Klimt

Y de éste último nada mejor que "ese beso"

Me ha encantado esa manera de describirlo.

Y desde luego opino que un beso ( de amor) es lo más... para mí la más íntima manifestación que puede ofrecerse a alguien.

Gracias por tus palabras Pilar, de corazón.

Un besito

JUANAN URKIJO dijo...

Da gusto leerte y pasearse por el cuadro casi escuchándote.
Haces que gane la obra ante nuestros ojos, fijos en la pantalla.

Un beso. ¿qué otra cosa, si no?