domingo, 31 de agosto de 2008

Interior al aire libre

Cuando se hace referencia a la luz en la pintura es difícil decidirse por un pintor que la pueda representar de manera simple y sencilla, porque la luz es algo vivo en el cuadro que el espectador sólo va a captar si la luz está dentro del cuadro y a la vez se refleja en él.
Creo que los cuadros de Ramón Casas consiguen que sintamos la luz y a la vez la veamos reflejada desde fuera.


¡Es un sensación fantástica!

Muchas obras de Casas nos trasladan al gusto modernista de la época.

“Interior al aire libre” nos deja la puerta abierta para situarla en cualquier época.

En la terraza posterior del domicilio de los padres del artista, situado entonces en el número 11-13 de la calle Nou de Sant Francesc de Barcelona (Este edificio, donde nació el artista, se conserva aunque en estado de semiruina) una pareja descansa y respira el aire cálido que pasea por el lugar en el que se encuentran. Lugar, que al ser interior, se encuentra apartado del ruido y bullicio de la gente.
Las figuras( su hermana mayor, Montserrat, y a su cuñado, Eduardo Nieto), se encuentran ligeramente protegidas por la penumbra que proporcionan las persianas mientras que el resto de la composición se encuentra bañada por la intensa luz de primera hora de la tarde.


También los desnudos sobresale el interés por las líneas onduladas, la flexibilidad de los cuerpos y el trato de los efectos de luz sobre la piel.



A Ramón Casas le fascinaba la representación de las escenas sencillas de la vida, que realizaba plenas de lirismo y con una intención decidida de captar el movimiento del aire, de la luz y el color en los vestidos y en los ambientes.
Pero siempre interesado por renovar el panorama artístico de su ciudad natal, financió la apertura de Els 4 Gats (1897-1903), recogiendo la influencia parisina de Le Chat Noir, y junto con el dueño del local, Pere Romeu, y sus amigos Utrillo y Rusiñol protagonizaron las actividades y la tertulia de este café-cervecería que representaría las inquietudes artísticas del modernismo



2 comentarios:

mangeles dijo...

Me encanta el del porche....es una maravilla....pero el BLANCO...es de un BLANCO que hace daño a la vista....y no resulta limpio...y claro...resulta...excesivo...NUNCA PENSÉ QUE EL BLANCO pudiera agobiar.


Besos guapa.

Elvira dijo...

Los dos primeros cuadros me parecen una maravilla. El tercero, titulado Catalineta, me gusta menos. Los tres reflejan muy bien la luz, como comentas en tu entrada.

Es uno de mis pintores favoritos sin lugar a dudas.

Un abrazo