domingo, 5 de mayo de 2013

La fuente de Narciso en el jardín del Príncipe

La fuente de Narciso fue diseñada por Joaquín Dumandré para el rey Carlos IV; está hecha en plomo fundido.



Representa a Narciso , un muchacho precioso, hijo de la ninfa Liríope.
 Cuando él nació, el adivino Tiresias predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre evitó siempre espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas.
Quizás porque de alguna manera Narciso se estaba adelantando a su destino, siempre parecía estar ensimismado en sus propios pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba.
Daba largos paseos sumido en sus cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las inmediaciones de la cueva donde Eco moraba. Nuestra ninfa de los bosques le miró embelesada y quedó prendada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse.





Narciso encontró agradable la ruta que había seguido ese día y la repitió muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día, un ruido que hizo al pisar una ramita puso a Narciso sobre aviso de su presencia, descubriéndola cuando en vez de seguir andando tras doblar un recodo en el camino quedó esperándola. Eco palideció al ser descubierta, y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella.
- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues?
- Aquí... me sigues... -fue lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz.
Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió a la ayuda de los animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa... pero su risa helada la desgarró. Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a su cueva, donde permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un susurro apenas, las últimas palabras que le había oído... "qué estúpida... qué estúpida... qué... estu... pida...". Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva...

Pero el mal que haces a otros no suele salir gratis... y así, Nemesis, diosa griega que había presenciado toda la desesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había vuelto a salir a pasear y le encantó hasta casi hacerle desfallecer de sed. Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco, y sediento se encaminó hacia él. Así, a punto de beber, vio su imagen reflejada en el río. Y como había predicho Tiresias, esta imagen le perturbó enormemente. Quedó absolutamente cegado por su propia belleza, en el reflejo. Y hay quien cuenta que ahí mismo murió de inanición, ocupado eternamente en su contemplación. Otros dicen que enamorado como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En cualquier caso, en el lugar de su muerte surgió una nueva flor al que se le dio su nombre: el Narciso, flor que crece sobre las aguas de los ríos, reflejándose siempre en ellos.


La escultura tiene la siguiente descripción:

En el centro se encuentra un peñasco sobre el que descansa Narciso, inclinado sobre las aguas con el objeto de contemplar su figura. Un perro y un pavo real (símbolo de la vanidad) completan la escena adornada de flores, narcisos, ranas, cabezas de cocodrilo y jarrones con asas en forma de cuello de cisne. Después de 1808, Isidro González de Velázquez reconstruyó los desperfectos ocasionados durante la invasión francesa, introduciendo a 4 atlantes que parecen sostener la figura de Narciso. Además se dispusieron también 4 canastillos dentro del pilón, de los que brotan 4 surtidores de agua. En este mismo lugar estuvo situada la fuente de Ceres, hoy en el jardín del Parterre.

 

domingo, 24 de marzo de 2013

Domingo de Ramos. Iconografía del comienzo de la Pasión


La representación de la entrada de Jesús a Jerusalem de Giotto di Bondone que se encuentra en la capilla Scrovegni muestra, en el extremo izquierdo a los apóstoles –entre los que se identifica, por los cabellos y barba blancos, a san Pedro– siguiendo a Jesucristo, que, vestido con una simple túnica roja y supongo que descalzo, bendice con la mano derecha, mientras que, con la izquierda, toma las riendas de la burra que cabalga.


Frente a él,varias persona colocan, en señal de honor, sus pertenencias en el suelo y una mujer junta sus manos y cubre su cabeza con su manto para adorar al Señor.
En segundo plano, dos niños subidos a sendos árboles y,diversos personajes –entre los que se encuentran judíos– que observan y comentan el acontecimiento frente a la puerta de una ciudad amurallada.


Giotto adoptó el lenguaje visual de la escultura al darles volumen y peso a las figuras que representaba.
Con sus composiciones , Giotto es el gran iniciador del espacio tridimensional en la pintura europea, tratando con un nuevo espíritu los temas religiosos que dominaron el arte medieval.
Su estilo se caracteriza por reflejar la emoción humana y una carga de todo lo que es importante para el ser humano.

Giotto fue capaz de crear impresionantes imágenes de gente y personas en crisis y hombres en los que se percibe claramente que están tomando decisiones espirituales. Los pintores modernos, encuentran en él una forma de aproximación al espíritu humano.




Esta característica es intemporal y ha seguido siendo válida para todas las épocas posteriores a la suya.




Las fuentes iconográficas nos dicen, desde el Codex Purpureus Rossanensis –escrito en Constantinopla o en Antioquía durante el tercer cuarto del siglo VI –,que la dirección de los discípulos, que actúan de comitiva, y la de los habitantes de Jerusalén es contrapuesta, con lo que todo converge en la figura de Jesús.
Esta escena aparece narrada tanto en los Evangelios sinópticos (Mt. 21, 1-11; Mc. 11, 1-10 y Lc. 19, 29-40), así como en el de san Juan (12, 12-19); sin embargo, que Jesús vaya montado en una burra lo aproxima a la fuente de san Mateo y de san Juan, que interpretan literalmente una profecía mesiánica de Zacarías (Zach. 9:9).


El festejo que hacen los habitantes de Jerusalem está tomado de las Actas de Pilato o Evangelio apócrifo de Nicodemo, en donde se dice que «los niños de los hebreos iban clamando con ramos en sus manos, mientras otros extendían sus vestiduras en el suelo".

La entrada de Jesús en Jerusalén se representa de esta manera,desde sus inicios,porque es una asimilación, por parte del arte cristiano, de la iconografía imperial derivada del ritual helenístico y romano del soberano visitando una plaza de su imperio o una ciudad conquistada.
El hecho de arrojar vestiduras y objetos de valor en el camino seguido por Jesús era un gesto de honor al rey ungido (II Re. 9, 13).
Las representaciones más antiguas de la entrada de Cristo en Jerusalén estarían fechadas alrededor del siglo IV y están influidas no sólo por la liturgia del Domingo de Ramos, sino también por el significado simbólico de la ciudad de Jerusalén.
Jerusalen era el centro de las grandes festividades, que tenían lugar en el Templo de Salomón, también se consideraba la ciudad eterna, la Jerusalén Celeste de la cristiandad.

lunes, 11 de febrero de 2013

ARMONÍA EN ROJO DE MATISSE

ARMONÍA EN ROJO DE MATISSE

“El color debe ser pensado, soñado, imaginado”

Matisse es el gran solista del color en la pintura del siglo XX y también de la curva y del sentido decorativo. La obra de Matisse es el recurso imprescindible para explicar los tres elementos de la pintura.
¿Dónde descubriría Matisse ese color que nos ofrece en sus cuadros?
Es probable que su formación fuera entre los recuerdos del color de Van Gogh
(postimpresionista), Gaugín e incluso del simbolista Gustave Moreau.

¿Dónde encontró la inspiración en la utilización de formas curvas?

Estoy segura que enriqueció su horizonte visual con las estampas japonesas, las cerámicas persas, las telas del mundo árabe…

¿ Y el sentido decorativo?
Está claro que Matisse tras la experiencia en el mundo de los pintores fauvistas a partir de 1907 estableció un “diálogo” con Picasso y el cubismo y se acercó a una reducción esencial de los contornos y descompuso la figura humana partiendo de líneas geométrica, pero mantuvo intacto el gusto por el color luminoso, por la evocación de un ambiente y por el sentido decorativo.





En Moscú, en 1911, se ocupó de colocar sus pinturas en las colecciones rusas y contribuyó al desarrollo de las vanguardias rusas.


Y allí en el museo Ermitage encontré la armonía del color, la curva y el sentido decorativo:
LA HABITACIÓN ROJA que él llamó Armonía en rojo
Se representa un comedor donde todos los elementos que forman la pintura se subordinan al color puro e intenso. Predomina el rojo, uno de los preferidos de Matisse, y se puede observar que utiliza el color de forma subjetiva (pelo naranja, copa de árbol blanca, vino amarillo...). El dibujo curvilineo se esquematiza y las formas se simplifican al máximo. No hay volumen. Son espacios planos (Gauguin) el espacio olvida la perspectiva totalmente (bidimensionalidad), llegando incluso a que la decoración y el color del mantel y la pared sea igual, hasta confundirse ya que prescinde de las diferencias de tonalidad, de sombras o claroscuro para el interior.

Se representa un comedor donde todos los elementos que forman la pintura se subordinan al color puro e intenso. Predomina el rojo, uno de los preferidos de Matisse, y se puede observar que utiliza el color de forma subjetiva (pelo naranja, copa de árbol blanca, vino amarillo...). El dibujo curvilineo se esquematiza y las formas se simplifican al máximo. No hay volumen. Son espacios planos (Gauguin) el espacio olvida la perspectiva totalmente (bidimensionalidad), llegando incluso a que la decoración y el color del mantel y la pared sea igual, hasta confundirse ya que prescinde de las diferencias de tonalidad, de sombras o claroscuro para el interior.

Se pone de manifiesto una característica peculiar de Matisse, que lo diferencia de otros pintores fauvistas, su gusto por la ornamentación que se pone de manifiesto en los arabescos. Esta característica es la que alejará a Matisse de otros pintores fauvistas y la que provocará que el grupo se disgregue
La obra fue realizada para un coleccionista ruso, y se había realizado originalmente en azul y verde, pero a Matisse no le gustó y lo repintó en rojo.
Al principio del s.XX el mundo de la pintura se encontraba en una fase de agotamiento. El Impresionismo ya se consideraba algo antiguo, y los postimpresionistas, que habian iniciado trayectorias nuevas, o habían muerto (Van Gogh) o se habían refugiado en particularismos.


En la pintura tradicional se había logrado casi todo.
A principios del s.XX los jóvenes pintores querían llegar a algo nuevo y buscar nuevas formas de expresión y divulgación de su obra. Esto implicaba la necesidad de un ambiente de libertad para buscar normas, conceptos, técnicas..., es decir libertad de creación. París, desde finales del s.XIX, se había convertido en un espacio de libertad y alegría que permitía el contacto entre artistas, y facilitaba la germinación de diferentes movimientos pictóricos, los llamados "ismos", como el fauvismo o el cubismo. En este ambiente se inaugura en 1905 el III Salón de Otoño, donde expondrán en una de sus salas los que serán denominados fauvistas.
Es una época dominada por las transformaciones y el progreso científico y técnico (2ª Revolución Industrial), convirtiéndose la modernidad o sustitución de lo viejo por lo nuevo en el principal valor. Para algunos historiadores los diez primeros años del s.XX, suponían el auge de Europa como potencia mundial. El concepto de "superioridad del Viejo Mundo" lo preside todo.
Si bien EEUU habia iniciado su despegue económico, no alcanzó hasta la 1ª Guerra Mundial a Europa. Esta superioridad se pone de manifiesto en el dominio técnico, económico, político (imperialismo), e intelectual. Todo ello produce en Europa una confianza en si misma que se pone de manifiesto en el mundo cultural y artístico. Esto influirá en los jóvenes pintores vanguardistas que se atreverán con nuevos ensayos para superar la pintura tradicional; estaban naciendo las VANGUARDIAS HISTÓRICAS y Matisse será uno de los vanguardistas.
Matisse nació en Le Cateau-Cambrésis (norte de Francia), en 1869, en el seno de una familia de comerciantes. Aunque estudió Derecho, durante una enfermedad empezó a pintar, convirtiendo esta afición en su profesión.
Se instaló en París donde ingresó en la Escuela de Bellas Artes recibiendo lecciones del simbolista Moreau y copió obras clásicas del Louvre. Sus primeras obras son impresionistas, y después puntillista por influencia de Signac.
( El movimiento fauve y la primacía del color)( http://www.hermitage.ru/

lunes, 28 de enero de 2013

Serie Malevich, poemas de Montserrat Doucet

 Serie Malevich, poemas de Montserrat Doucet, inspirados en las 42 pinturas de la serie Malevich del pintor Julián Casado.

 Son  21 poemas breves; de dos versos el más corto y de 13 el más largo.
    Los poemas están escritos en verso libre y en hai-ku .
Desde una experiencia de la autora, llena de sensibilidad contempla los 42 cuadros constituídos por "variaciones estructurales".


El libro muestra "las emociones, las vivencias y las reflexiones que despertaron en mí al contemplar los cuadros con la nueva mirada que nos proporciona el paso del tiempo" según dice Montserrat después de haber pasado unos años desde que estudiara la obra del pintor.
 

 El espacio, la luz y el tiempo de los cuadros de Julián  quedan envueltos con los poemas de Motserrat, y la estructura de la imagen crea el espacio bajo el símbolo geométrico.

La luz de los cuadros de Julián viene de dentro y viene a manipular la línea del alma para construir lo eterno.

La obra de arte se vuelve misterio, el constructivismo tiene la esencia del suprematismo.

La luz hace  que el tiempo se inserte en el espacio y se convierte en paradigma de toda la realidad cósmica.
La luz modela las cosas.

SUPREMATISMO, CONSTRUCTIVISMO, TRASCENDENTALISMO.
El Suprematismo de Malevich va más allá del tema o del contenido de la obra, es la "pura sensibilidad plástica". Para llegar al suprematismo el artista debe abandonar todo aquello que sea accesorio es decir debe llegar al arte puro. Solo el cubismo podía ser el vehículo que le llevaría a la pura abstracción y llegar así a las figuras más elementales de la geometría: el triángulo, la línea y la circunferencia.

El constructivismo (1915-1925) parte de una posición teórica que defiende la posición de intervenir en la situación que vivía Rusia en esos años.
Tiene dos tendencias:
-la materialista de Tatlin y la idealista más cercana a Malevich 


La serie Malevich de Julián Casado son 42 variaciones de un mismo espacio plástico a partir de una estructura invariable en la que el rectángulo y el triángulo aparecen en todas las pinturas y bien podrían derivar del cuadro triángulo azul y rectángulo negro de Malevich.
Fueron pintados entre 1978 y 1983, con la técnica del acrílico sobre lienzo.
En este sentido, el constructivismo de Julián Casado sigue al constructivismo ruso en lo formal y en la técnica ya que su pintura tiene un transfondo místico que nos acerca a Malevich.

El tracendentalismo en la literatura intenta mediante la poesía promover en el lector asociaciones internas insospechadas,despertar vivencias adormecidas y vivificar la sensibilidad trascendental del hombre abriendo su conciencia a nuevas realidades internas, profundas y realizadoras del Ser en la plenitud.
Montserrat Ducet coordina este movimiento de poesía trascendentalista en España desde 2001 y llegó a España con los poetas costarricenses Laureano Albán Y Julieta Dobles.

La imaginación creadora es uno de los medios para la realización de la obra pero nunca el fin de la obra.
El concepto trascendental no parte de la especulación propia de la filosofía, sino de la vivencia trascendental que, objetivada en la forma del poema o del relato, logra llegar hasta el lector.


Ya pasó el tiempo de la piedra
de la lluvia en las catedrales
del cabello que oculta al centinela

La hora de la tierra
vien por la quebrada de la luna
y solo el cristal del puente
sabe el camino.

Deprisa, deprisa, más, más deprisa:
que la luz aún no sabe de su sombra,
que la fruta no sabe de la helada,que mi corazón si sabe de la muerte.


Aranjuez, ciudad donde reside el pintor Julián Casado, carece de un Museo de Arte Contemporáneo y en alguna ocasión ha acariciado la idea de albergar el Museo de Arte Constructivista que falta en España; un proyecto que no debiera desecharse con la obra de Julián Casado como núcleo del mismo.

sábado, 5 de enero de 2013

Iconografía de los Reyes Magos en el arte




La representación de los Reyes Magos en el arte ha sido muy variada con una rica iconografía basada principalmente en el libro de JUAN DE HILDESHEIM monje carmelita, muy culto, que había viajado por Europa y que entre 1342 y 1352, en los años del pontificado de Clemente VI, estaba en Avignon y también impartió clases de Sagrada Escritura en la Facultad Teológica de París.
Este monje  JUAN DE HILDESHEIM  durante los últimos años de su vida se ocupó de juntar todos los documentos, leyendas e historias sobre Los Reyes Magos que había ido recopilando anteriormente y dio vida a una narración excepcional.

GIOTTO (Capilla de la Arena - PADUA - ITALIA - Siglo XIV)

El Libro de Los Reyes Magos de Juan de Hildesheim es una lectura fascinante y es un hecho que se podría ilustrar con una gran cantidad de imágenes…pero eso sí, nos permite, con cualquiera de las imágenes que escojamos, ver a los Reyes Magos con ”nuevos ojos” y menos “presupuestos”.
El Libro de Los Reyes Magos tiene treinta y cuatro capítulos y hace una preciosa descripción desde el origen de estos Reyes que aparecen como centinelas de la montaña de Vaus (en Oriente), donde debían vigilar la aparición de una estrella (la estrella de Jacob) que les guiaría hacia el Salvador hasta el último momento en que los cuerpos y las reliquias de estos maravillosos personajes son trasladados a la iglesia de San Pedro en Colonia.



 Los Reyes Magos
Mosaico de San Apolinar el Nuevo( Ravena - Italia - Siglo VI)

De todos los episodios de este relato hay dos en particular (capítulos XVI y XVII) que todo el mundo cristiano conoce y de alguna forma venera. Son los que se refieren a la alegoría de los dones de los Tres Reyes Magos (XVI) y a su llegada a Belén para presentar sus dones a Cristo (XVI).
En el capítulo XVI dice Fulgencio…EL INCIENSO hace referencia al sacrificio, EL ORO al tributo y LA MIRRA a la sepultura de los muertos: y la fe jamás dejará de presentar esta triple ofrenda, mientras crea que el uno y mismo Cristo es el verdadero Dios, el verdadero Rey y el verdadero Hombre.
En el capítulo XVII cuando cuenta Juan de Hildesheim cómo llegaron los Tres Reyes a Belén y presentaron sus dones a Jesús hace una deliciosa descripción de un niño regordete de unos trece días y de María que era de buena complexión y un poco morena de cabellos y piel, que sujetaba delicadamente la cabeza del Niño con la mano derecha.
Los Reyes besaron la tierra y ofrecieron sus dones con devoción.
Melchor era el más bajo de estatura, Baltasar el mediano, Gaspar el más alto, un negro de Etiopía, y sobre esto no hay dudas. De ahí el pasaje de David : “ante Él se postraron los etíopes”.
En cuanto al color de la piel en la representación de los Reyes Magos, la explicación reside en el simbolismo que en cada época se ha concedido a los 3 magos de Oriente. Hasta casi el siglo XV se representaban "las 3 edades del hombre" para, más adelante, modificar ese significado por el de "los 3 principales continentes".



Pero la historia de los Reyes Magos no termina cuando encuentran al Niño Jesús y completan el deber de la adoración y la ofrenda.

En el capítulo XX del libro de:

LOS REYES MAGOS y JUAN DE HILDESHEIM 

 Se habla de cómo los magos emplearon dos años en volver a su patria mientras Herodes los perseguía, y de cómo Herodes hundió las naves en Tarso, y de por qué se llaman magos…



Basílica de San Abundio en Como (Italia)




Sueño de los Reyes Magos del Baptisterio de Florencia




Cuando los Reyes Magos acabaron su misión fueron presa del hambre, de la sed y del sueño, como cualquier otro mortal y tuvieron que quedarse un tiempo en Belén para poder descansar y reponerse.
Cuenta Juan de Hildesheim que tuvieron que explicar a todos los habitantes de aquellas tierras por qué habían ido hasta ese lugar y porqué huían de Herodes. Eso produjo gran confusión entre los hebreos y sin embargo aumentó la fe de los gentiles.
En sueños un ángel les advirtió que no volvieran al reino de Herodes y que siguieran su camino hacia sus tierras.
Y volvieron a sus tierras todos juntos, pero ya sin la guía de la estrella, lo que les obligaba a descansar en las posadas del camino como cualquier otro mortal.
Pasaron por las mismas tierras que había atravesado Holofernes, pero a diferencia del terror que sembraba Holofernes , Los Magos por donde iban eran ayudados y obsequiados con alimentos y atenciones, lo que les facilitó la vuelta.
Volvieron al monte Vaus (dos años más tarde), hicieron construir allí una capilla en honor de Jesús y cuando dejaron todo arreglado se fueron cada unos a su tierra pero sus corazones siguieron unidos.
Cuando ya se aproximaba su muerte volvieron a juntarse en la ciudad de Seuva y allí se les apareció una estrella que les anunciaba el fin de sus días y ellos de forma tranquila celebraron solemnemente el oficio divino y se fueron durmiendo dulcemente sin dolor…primero Melchor…pocos días después Baltasar…y al sexto día Gaspar.
Y la estrella que había aparecido antes de su muerte permaneció inmóvil hasta que sus cuerpos fueron trasladados a otro lugar.




En la catedral de Colonia hay una arqueta donde se guardan los restos de los tres Magos




Un cuadro excelente, de una sencillez admirable

viernes, 21 de diciembre de 2012

La Natividad en el Tríptico Portinari

Me gustaría que en esta Navidad todos aquellos que se asomen por mi blog puedan disfrutar de las obras de arte que guardan el encanto y el misterio de esta fiesta.
La escena de la Natividad esta representada en muchas ocasiones en el arte.






En el arte cristiano occidental las Revelaciones de SANTA BRIGIDA DE SUECIA se hicieron tan populares que provocaron un cambio en la iconografía de la Natividad.
Santa Brígida cuenta que durante su peregrinación a los Santos Lugares en 1370, se le apareció la Virgen en Belén y reconstruyó ante su mirada y con todos los detalles la forma en que Jesús vino al mundo.
Contaba Santa Brígida que La Virgen vestía una túnica transparente, para poder mostrar a la santa claramente su carne virginal. En el momento de parir se descalzó, se levantó el manto blanco, se quitó el velo y preparó lo pañales y vendas del Niño que dejo a su lado.
Cuando todo estuvo bien dispuesto, se puso de rodillas y comenzó a orar. Mientras rezaba elevó las manos y el Niño nació súbitamente, envuelto en una luz tan deslumbrante que eclipsaba completamente la del pequeño candil de San José.
Entonces, inclinando la cabeza y con las manos unidas, la Virgen adoro al Niño con gran respeto, y le dijo:” Bene veneris, deus meus, dominus meus et filius meus”.
Luego lo estrechó contra su pecho, le cortó el cordón umbilical con los dedos y lo arropó con cuidado.

Esta descripción de la mística nórdica, enseguida se aplicó a la nueva iconografía en el arte de los cristianos de occidente. Incluso explica la virginidad antes, durante y después del parto al nacer el Niño como un rayo de luz que sin romper nada se materializa al contacto del rayo con el suelo.
Además si la Virgen aparece como adoradora, lo mismo sucede con todos los testigos de la Natividad. Desde los ángeles, de forma individual o en grupos, cada vez más numerosos, hasta la mula y el buey que se postran ante el Niño.
En este caso es el evangelio apócrifo del Pseudo Mateo el que aporta más detalles: “...salió María de la gruta y se aposentó en un establo. Allí reclino al Niño, en un pesebre, y el buey y el asno le adoraron.”
A lo largo de la Edad Media se conformó esta iconografía, y es en los primitivos flamencos donde la encontramos de una manera fiel a los textos de Santa Brígida.
Más tarde los acontecimientos históricos fueron matizando el tema. El ejemplo más destacado está relacionado con el Concilio de Trento, hecho clave de la Contrarreforma.
La reacción de la Iglesia Católica frente a la Reforma Protestante, procedió a la eliminación de ciertos elementos a los que se reprochaba su condición de apócrifos. Desaparecen las comadronas o el buey y el asno, a los que se considera además bestias de baja nobleza. Pero aún así la supresión de estos elementos no va a ser absoluta y los artistas los volverán a recuperar en sus composiciones y les darán una mayor libertad creadora.
Por otro lado se añaden temas complementarios de la Natividad:
la adoración de los pastores
y los Reyes Magos.

Junto a las representaciones, donde la adoración del Niño por parte de la Virgen es el hecho principal, el arte cristiano fue sumando poco a poco episodios que aportaron un gran lujo de puesta en escena.( el anuncio y adoración de los pastores, Lucas, 2 8-21, y la historia de los Reyes Magos, Mateo, 2 1-12)
Estas dos escenas paralelas recibieron desde el principio una importante carga simbólica, considerando que los pastores son la representación del pueblo judío que acude a adorar al Niño, mientras los Reyes Magos son la imagen de los gentiles




Hoy me centraré en la escena de la Natividad y la adoración de los pastores del Tríptico Portinari, del pintor flamenco Hugo van der Goes. Actualmente está en la Galería Uffizi de Florencia.
Fue un encargo de Tommaso Portinari, el representante de la familia Medici en Brujas.




En la tabla central está el nacimiento y la adoración de los pastores representados de forma simultánea.
La figura central es la de la Virgen María, con rostro de suave expresión, vestida de azul, que adora a Jesús que acaba de nacer. La escena se representa según el relato de las Revelaciones de Santa Brígida de Suecia.



Al lado de María los ángeles y a su alrededor, los pastores son representados como campesinos, con rostros más realistas y ropas severas.
El paisaje es típicamente invernal.


En el primer plano unos jarrones de flores representan simbólicamente la virginidad de María

 En las tablas laterales están representados los donantes de esta obra (costumbre muy normal en el siglo XV) a la izquierda del retablo, está representado Portinari y sus hijos Antonio y Pigello, con los santos Antonio y Tomás; el paisaje del fondo representa el viaje a Belén de José y María. El ala de la derecha muestra a la esposa, María Portinari, con sus hijas, y las santas Margarita y María Magdalena; en el paisaje del fondo se distinguen las figuras de los Reyes Magos aproximándose al portal.

 El retablo cerrado tiene representada la Anunciación pintada en grisalla. 
 

En la tabla central está el nacimiento y la adoración de los pastores representados de forma simultánea.

domingo, 9 de diciembre de 2012

María Blanchard, la gran desconocida



Mi buena amiga Begoña Dominguez siempre me abre puertas a las mejores exposiciones de Madrid y en este caso su cariño y su conocimiento llegan con un entusiasmo  y una admiración por una pintora especial y con gran valor. 
El trabajo de Begoña combinado con mi intención de divulgar la obra de Maria Blanchard nos acercan a una pintora que tiene una trayectoria especial como podréis ver.
Nacida el mismo año que Picasso, Gargallo o Vázquez Díaz, Blanchard perteneció a una generación de artistas cuyo reconocimiento nunca fue parejo con el suyo. Ha sido y aún sigue siendo hoy, 80 años después de su muerte, la gran desconocida del grupo de artistas que consolidaron la renovación artística de principios del siglo XX.

En mitad de este ambiente de continuo cambio, el caso de M. Blanchard fue el de una artista genial marcada por la belleza física que trasladaba a sus cuadros, pero de la que ella misma adolecía.
Al contemplar la obra de Blanchard tenemos la sensación de que su amor por la belleza se canaliza a través de la práctica misma de pintar.
Su figura ha pasado sin pena ni gloria por la reciente historia de nuestra pintura, precisamente por su condición de mujer. El cubismo, dominado de principio a fin por hombres, dejó poco margen de maniobra a esta creadora nacida el mismo año que Pablo Picasso.



 
Este año 2012, ochenta años después de su fallecimiento, se rinde homenaje a la pintora María Blanchard. El museo ReinaSofía de Madrid, recoge el testigo en la exposición que nos ofrece.
La muestra del museo madrileño está estructurada en las tres etapas del desarrollo creativo de la artista,  la cubista de 1913 a 1919,

En esta obra, el dibujo preciso de las molduras de un arco de elementos curvos, inscrito sobre un gran plano blanco, da concreción y al mismo tiempo nos transmite algo más de la artista : su gran capacidad para el dibujo. Sin embargo, aquí, nos resulta difícil construir visualmente los objetos de los que está compuesto el cuadro.


 y por último su vuelta a la figuración de 1919 a 1932, que es su periodo más intimista. 

 
En 1920 hay una vuelta de María Blanchard a la figuración que fue acorde con el ambiente del momento.
Entre los críticos más conservadores había crecido un recelo hacia el cubismo y las vanguardias de preguerra, que se consideraban elitistas y antipatrióticas. Se buscaba lo específicamente francés y eso se vinculaba a la tradición y a las raíces. Era preciso recuperar el pasado para reconstruir el presente. Se hicieron retrospectivas de Renoir, Rafael, Fragonard, Ingres… Este regreso al orden ya lo había iniciado incluso Picasso en la escenografía del ballet. Parade Los museos recuperaban la forma de las cosas y la apariencia del mundo.

El viraje que experimentó la obra de María Blanchard era totalmente acorde con el nuevo artista moderno.  Pasará por un diálogo con la tradición, pero sin olvidar los beneficios que el cubismo había aportado a su técnica y a su comportamiento pictórico. Visitaba museos y asistía a exposiciones, pero en soledad, pues ya no gozaba de la camaradería de Rivera, Gris y Lipchitz. Viajó a Bruselas y conoció a algunos marchantes que luego serán su apoyo más firme en su nueva forma de pintar, agrupados con el nombre de Ceux de Demain (los de mañana).



María dominaba varias técnicas pictóricas como el pastel, la acuarela, la tinta o el lápiz, pero sobre todo, utilizó el óleo. Encontramos en sus cuadros varias formas de pintar, unas más acabadas consiguiendo superficies compactas de óleo para crear superficies esmaltadas como las de sus cuadros cubistas, y otra veces, el tratamiento es mucho más suelto y libre y las pinceladas se hacen plenamente visibles, con toques de color no circunscrito contornos lineales.
El gesto de la pincelada, su dirección y la carga de pastosidad del color serán más propios de sus años finales.
En el dibujo preparatorio de estas obras, las líneas trazadas a lápiz no son continuas, sino que se solapan dejando pequeños huecos sin cubrir. Están trazadas con seguridad y energía, conservando una geometrización básica, y establecen sombreados fundamentales, marcándolos con distinta intensidad para indicar el futuro claroscuro. Apunta la composición y el tratamiento lumínico que luego llevará a cabo en el lienzo. Las luces y el color están ya presentes en sus bocetos, siguiendo una técnica muy parecida a Cézanne en sus cuadros inacabados.

 Una de sus últimas obras LA CONVALECIENTE será el broche de este trabajo
Una joven duerme convaleciente en su butaca de mimbre ante la ventana. Aunque su rostro muestra tonos apagados y cetrinos, los brillos iluminan la figura, cuya máxima expresividad radica en el rostro oval, alargado y ladeado, y en sus manos cruzadas. Entre el sueño y la muerte, Hipnos y Tanatos de los clásicos, la convaleciente de Blanchard, que descansa en un interior cálido y bien iluminado, recuerda a las figuras del Greco y de Luis de Morales.
El drama de la enfermedad no es gesticulante, pues María  siempre evitará representar escenas de dolor y miseria, temas que gozaron de gran predicamento entre los pintores de finales del siglo XIX y principios del XX, y que Picasso llevó a la modernidad en su época azul. María, en cambio, contiene la expresión y evita recrearse en lo dramático, dándonos con el título el dato esperanzador de que la enferma está convaleciente, de que puede recuperar su salud y el rosado de sus mejillas:
 “María no pinta ideas, pinta sensaciones”.
GRACIAS BEGOÑA