viernes, 17 de agosto de 2012

El Guggenheim y David Hockney: una visión más amplia.

El 10 de agosto fuimos a Bilbao y llegando al museo Guggenheim del arquitecto Frank Gehry aprecié de nuevo el edificio inspirador y sorprendente que había visto unos años antes

.


A mi  me fascinó también el interior, del que se habla mucho menos, con ese atrium central desde el que salen las diversas salas.








Pero  lo que voy a  comentar es la muestra que estaba en ese momento, organizada por la Royal Academy of Arts en colaboración con el Museo Guggenheim Bilbao y el Museum Ludwig de Colonia, del pintor David Hockney  que lleva por título David Hockney: una visión más amplia . 




Tiene como núcleo  los  paisajes inspirados en Yorkshire, su condado natal, realizados a partir del año 2004  y reúne una destacable selección de alrededor de 150 trabajos —pinturas al óleo, carboncillos, dibujos realizados con iPad, cuadernos de bocetos y vídeos digitales—, la mayoría de ellos llevados a cabo en los últimos ocho años.


La llegada de la primavera

Ocupando una de las enormes  salas del Museo se encontraba la monumental obra titulada La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire en 2011


 Este impresionante  homenaje a la naturaleza es una instalación compuesta por una gran pintura de 32 lienzos rodeada por 51 dibujos realizados con iPad e impresos sobre papel que registran la transición desde el invierno hasta el final de la primavera en un pequeño sendero de East Yorkshire, y en la cual se puede apreciar la experiencia de Hockney en el diseño de escenografías para ópera.




'La llegada de la primavera', óleo de 2011 formado por 32 piezas. Obra de David Hockney


David Hockney
La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire (veinte-once) - 12 de abril, No. 1
Características:
Dibujo creado con iPad e impreso sobre papel
144,4 x 108,3 cm; una obra de 52
© David Hockney


David Hockney (Bradford, 1937) se marchó de Inglaterra con 24 años y se estableció en Los Ángeles, cautivado por la luz y la vida en la soleada California. El nombre de Hockney quedó unido a los paisajes de cielo azul y brillantes piscinas de su nuevo hogar, en los que siempre parece verano.




Cada año visitaba Inglaterra, pero regresaba pronto a América, hasta que en 1997 la enfermedad de un íntimo amigo le mantuvo en Yorkshire, rodeado otra vez de los campos y los árboles de su infancia. Su pintura empezó a fijarse en los prados ondulados, en los bosques y en los cambios que sufrían en cada estación del año. Cuando la Royal Academy of Arts, de Londres, le propuso organizar una gran exposición, Hockney eligió plasmar los paisajes de Yorkshire, su condado natal. Allí montó un estudio y paso horas y horas observando el entorno y pintando al aire libre. El resultado del trabajo que le ha ocupado en los últimos ocho años compone la exposición
                                        David Hockney: una visión más amplia.


 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, Pilar:
De nuevo me asomo a tu blog. Me encuentro hoy con David Hockney y el museo Guggenheim de Bilbao. Notable conjunción de dos astros que no eclipsan, sino que, por el contrario, iluminan. Hockney, el maestro de lo sutil, de lo bello cercano, de la pintura comprensible, del leve temblor de las superficies. El museo Guggenheim, un aldabonazo que nos recuerda la ternura del sol y la belleza del arte.
Te felicito Pilar, por tu visita a Bilbao y por tu fascinación con el museo y con el pintor.
Saludos,
Cecilio